Lugh fue la divinidad solar de los bosques. Era conocido por poseer poderes ilimitados, ser muy apuesto y estar dotado de todos los talentos. Su nombre proviene de una palabra indoeuropea, la cual representa diversos significados como: luminoso o blanco. Se dice que el cuervo puede estar vinculado con él, puesto a que este siempre le acompañaba a donde quiera que el fuera.
Se dice que Lugh fue también la divinidad de la tierra, el patrón de todos los artesanos, de las artes manuales, de los viajes, de la acuñación de la moneda y del comercio.
Asimismo, se encargaba de darle todas sus energías a las cosechas; es por ello, que en la antigua península ibérica, durante la antigüedad se celebraban fiestas en su honor llamadas “Lughnasad”. Este tipo de festividades se celebraban a finales de verano y normalmente eran realizadas de noche, para que en su transcurso comenzaran a crecer los frutos y los granos y pudieran recolectarlos a la mañana siguiente.