En tiempos remotos, los celtas y otras civilizaciones celebraban el ritual de Lupercalia del día 13 al 15 de febrero; durante estos días se festejaba la sexualidad. Era el festival del «calor natural”: la apetencia sexual que impregna toda la naturaleza. El nombre de esta fiesta proviene del lobo (lupus= lobo), animal que posee una característica muy especial: es fiel a su pareja toda su vida, incluso cuando alguno de ambos fallece, el sobreviviente permanece solo por el resto de su existencia.
Se dice que durante la noche del 14 de febrero y únicamente esa noche, hombres y mujeres en edad adulta corrían libres al bosque y tenían relaciones con la primera persona que encontraban. Los bebés concebidos durante ese día eran bendecidos por ser producto de la noche de la fertilidad y eran considerados hijos de la comunidad: “Merry be God”.
Nosotros hoy lo celebramos como un ritual de belleza, bendición y fertilidad. Este día es una gran oportunidad para enamorarse de uno mismo, y comenzar un romance que nos haga felices y más resistentes a los embates de la vida cotidiana.
La primavera estará aquí antes de que nos demos cuenta, y la mayoría de nosotros estamos listos para florecer a par con las flores. Esta época es un gran momento del año para dedicarte nuevamente a ti mismo y a hacer una renovación completa en ti.
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