El aceite de jazmín tiene una energía cálida, por ello, en algunas sociedades europeas, se utiliza en partos; es idóneo para provocar un florecimiento, su sutil aroma se utiliza para tener sueños proféticos y atraer el amor. El aceite de rosas además de humectar la piel, refuerza el aparato respiratorio, mejora el estado de ánimo y evita la depresión, regula trastornos menstruales, evita la formación de estrías, atrae el amor y la armonía. Más allá de su relajante aroma, la lavanda produce beneficios en el cuerpo físico, mental y espiritual: es antiséptica, relajante y protectora de las malas energías de personas y lugares.
